Kinesiología y desarrollo humano

Nuestro cuerpo, nuestras emociones y nuestro espíritu están en constante movimiento, adaptándose a los cambios que nuestro Ser vive en cada momento de nuestra vida.

La naturaleza es cambio, y nosotros como seres humanos formamos parte de la misma.

Por ello, desde mi visión de la salud global entiendo que las necesidades de cada pesona en un momento concreto son tan únicas como gotas de lluvia existen en la Tierra.

Esto se traduce en que lo que a una persona le puede ir bien en un determinado momento, puede no ser lo más óptimo para otra, a pesar de que ambas tengan aparentemente matices en común.

En mis sesiones trabajo con diferentes disciplinas que a lo largo de los años he ido aprendiendo, desarrollando e integrando. Estas herramientas trabajan sobre la globalidad del ser humano teniendo en cuenta sus diferentes sistemas.

La base que me ayuda en consulta a valorar los desequilibrios internos te las cuento a continuación.

La Kinesiología es un modelo energético y holístico que utiliza el test muscular para establecer una comunicación con el inconsciente, la memoria del cuerpo y por tanto con la sabiduría que habita en nuestro interior.

A través de estímulos que el terapeuta ofrece al cuerpo de la persona que acude a consulta, se produce una respuesta neuro-muscular binaria que permite identificar y desgranar las adapataciones que el cuerpo ha ido generando hasta llegar al estado de desequilibrio en el que se encuentra.

Estas adaptaciones se producen con el fin de mantener un equilibrio dinámico (homeostasis), llegando a un desgaste energético y funcional importante cuando se alargan en el tiempo.

Teniendo en cuenta que somos un todo formado de muchas partes, la Kinesiología permite trabajar con los diferentes sistemas con el fin de llevar a cabo una regulación en la totalidad de la persona, accediendo a las partes involucradas en desequilibrio que presenta el cliente.

Se tienen en cuenta los diferentes campos: la estructura, la bioquímica, la emoción y el pensamiento, el sistema nervioso, la energía y el campo sutil y espiritual.

La Medicina Tradicional China tiene como premisa que los desequilibrios aparecen como consecuencia de alteraciones en el Qi o Energía Vital.

Estas alteraciones, de no ser tratadas a tiempo, acaban afectando a las funciones orgánicas, hormonales, emocionales y espirituales.

Dentro de la Medicina Tradicional China existen diferentes métodos de valoración que permiten al terapeuta llegar al origen de los patrones de desequilibrio internos: Interrogación, observación (estado de la lengua, rostro, movimientos corporales...), palpación (toma de pulsos, palpación de canales...) y audición (respiración, tono de voz, expresión...) entre otras.

A través de esta valoración se llega al tratamiento más óptimo mediante las técnicas más adecuadas: Acupuntura, Moxibustión, Fitoterapia, Qigong y Tuina.